Calle de la Plaza de Toros. Avenida 7 Oriente 400

En la manzana al Sur de esta calle se hallaba no solamente el chapitel de Ntra. Sra. de los Dolores, por el que se llama a la cuadra, en las Ordenanzas de Flon (1796) y en 1849, Calle del Chapitel (véase C. Navío), sino también una huerta con árboles frutales” u “Hortaliza”, la que, en el plano de Medina (1754), está marcada con sus árboles y cerca, en la parte Oriente de la manzana, hacia el río, y que perteneció al convento de Sta. Inés hasta en 1798, pero ya no en 1800. Por eso figura la cuadra en la Lista de 1850, la nomenclatura de la Guía de 1852 y el padrón de 1902 como Calle de la Hortaliza.

Otro nombre de la cuadra era Calle de la Agua Escondida (1850) que se refiere a la acequia que la atravesaba en su parte occidental. La misma denominación la tenía una calle en México, que le vino “por la situación de la acequia poco visible en el fondo de la calle”.

Una Callejón de la agua Escondida se registra en el padrón de Analco (1773).

Calle (2a.) de S. Jerónimo es el nombre de la cuadra en los padrones de 1832 y 1902.

En 1849 escriben: “Marcos Otáñez está construyendo la Plaza de Toros en el paraje conocido por casa y huerta del Chapitel, en la calle de este nombre, que baja de la de S. Jerónimo para el río”, designándose el mismo terreno también por “casa con hortaliza de Sta. Inés”, (Marcos Otáñez poseyó el rancho de Toledo de 1856 a 1875.) la plaza situada en la acera Sur, se estrenó el mismo año de 1849. fue la segunda plaza de toros en la Ciudad, pues la que aún subsiste en la Calle del Padre Ávila, se inauguró en 1841. 

Para distinguir las dos, llamaron a la nueva la Plaza de Toros de S. Jerónimo. Durante el asedio que sufrió Puebla en los meses de octubre y noviembre de 1856, por el movimiento conservador encabezado por Miramón y Orihuela contra el gobierno de Comonfort, las fuerzas liberales se apoderaron de esta plaza de toros y los sitiados trataron de quemarla, sin lograr su objetivo; pero probablemente sufrió muchos el edificio en varios sitios, por lo que fue demolido en 1867, empleándose la madera para la construcción del Teatro Guerrero, junto al Pasaje.

Según el plano de 1883, había una nueva plaza de toros en el lugar donde hoy está el  extremo Norte de la Calle del Estanque de los Pescaditos (C. 10 N. 800), a la espalda de la capilla de la Tercera Orden de S. Francisco. En el sitio de la antigua Plaza de S. Jerónimo se hizo un nuevo rastro de la Ciudad, que hasta entonces se hallaba en la Calle de Destierro. El edificio ya está marcado en el plano de 1883, si bien aún en 1885 estaba construyéndose. Fue inaugurado en 1887; la fachada se terminó en 1891. Después de 1910 lo convirtieron en bodegas y cuartel de bomberos, y la casa de matanza se trasladó a las oficinas de la Casa Empacadora en la Calle de Hernández donde está actualmente. Hoy hay tres edificios, núms. 405, 407 y 409. En la fachada del primero, la que es de cantería, se lee: BODEGAS DE LA D. G. DE O.P. (Dirección General de Obras Públicas). El terreno a la espalda del cuartel, con entrada desde la Av. 9 Or. 400 (Navío), sirve como antes de huerta, así en el siglo XX de Jardín de Propagación, donde se cultivan las plantas para los jardines públicos y paseos.

La cuadra se titula Calle de la Plaza de Toros en el plano de Ponce (1856), los de Careaga (1856-1883) y el de Croquis Azul; Calle de la Plaza de Toros de S. Jerónimo en el plano de la Guía de 1852.

En otros nombres de esta cuadra aparece la voz ‘río’. Así, por ej., en 1821 se la designa por “Calle de la Plazuela de los Sapos que baja al río”; en el plano de Ordóñez (1849) leemos “Calle de S. Jerónimo que baja al río”, resultando el nombre del Calle del Río de S. Jerónimo, que se usa en 1849, 1896, en los planos de  1908 y de Soto (1915), así como en Nieto y Camarillo (véase C. Río de la Madre).

 

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