Hasta que se construyó la Casa de Maternidad (1879), la mayor parte de esta cuadra formaban el lado Sur de la Plazuela de S. Agustín. De aquí salía el camino real para Cholula que atravesaba el actual mercado del Parral y parte de la manzana al Sur de la Av. 9 P. 900, hasta desembocar en la Av. 11 P. 1100 (R. Corona). Por eso dicen en 1821 que la Plazuela de S. Agustín es "salida del camino real", necesitando, por consiguiente, una puerta en su parapeto, cuando los españoles fortificaron la Ciudad contra el ejército trigarante de Iturbide, poniendo parapetos en las bocacalles, sin puertas o con ellas, grandes y chicas, según el tráfico.
En las Ordenanzas de Flon (1796) y en la maqueta más antigua, la cuadra se titula Calle del Mesón, pero probablemente por error, pues el nombre corresponde a la Av. 9 P. 900 (Parral). Sin embargo, en esta acera de la plazuela desde mucho tiempo había dos mesones. En la esquina de la C. 7 S. 700 (Calavera) estaba el mesón que antes de 1759 había reedificado Juan Bautista de Burnaga y que en 1775 pertenecía a Juan de Aguilar y Burnaga. En 1788 y 1789 se cita el Mesón del Sr. S. Josef, en 1805, 1818 y 1825 el Mesón de S. Agustín, y en 1852 el Mesón de los Varones (véase C. Libertad). A fines del siglo XIX la casa núm. 7 (707) era conocida por el Mesón de la Reja (ya mencionado en el siglo de 1863), y la núm. 17 (717) por el Mesón de S. Agustín (1852 y 1886); desde 1845 y 1850 eran propiedad de Manuel Zetina Velázquez.
En la casa colonial de la esquina de la C. 9 S. 700 (Ranas), núm. 19 (719), cuyos terrenos se extendían hasta la Av. 9 P. 700, estuvo la tocinería y el temazcal del capitán Antonio Barcina y Zárate (1772, 1790 y 1791). A su hija, Antonia Barcina, pertenecían así esta casa (1829) como las dos de enfrente, en la C. 9 S. 700 (Ranas).
La tocinería y baño de barcina” se cita en 1803, “la casa de las barcinas” en 1826. En 1832 escriben que la tocinería pertenece al concurso de la referida señora, en 1835, al de las Sras. Barcinas. La cuadra se titula Calle de Barcinas en el directorio de la Guía de 1852. Por 1852-88 el dueño fue Manuel Antonio Bretón, y la finca se conocía por la tocinería de Bretón. Dice que en 1863, al caer la Ciudad en manos de los franceses, el propietario huyó, dejando su dinero en el patio, oculto abajo de un montón de Jabón. Los soldados enemigos, vendiendo el jabón, dieron con el tesoro.
Una segunda casa del capitán Barcina estaba en otra esquina de la plazuela, tal vez en la contra esquina de la tocinería; se la cita como “casa chica de temazcal, mirando al oriente y Sur”. Esta casa chica de Barcinas sirvió para dependencia de la alhóndiga.
La cuadra nombra Calle 1a. de la Obligación en el padrón de 1832, el que tiene la costumbre de llamar "Calle 1a. a la segunda de dos calles de la misma denominación, dejando la principal sin número (véase C. S. José). En la Guía de 1852 dicen Calle de la Obligación, sin distinguirla de la cuadra anterior 500 (Libertad); en 1871 se escribe: "Callejón o parte de la obligación a entrar a la Plazuela de S. Agustín", en 1872: Callejuela.
Habiendo desaparecido la plazuela, bautizóse esta cuadra con el nombre de Calle de Juan Múgica, que leemos ya en el plano de 1883.
Juan Múgica y Osorio fue hijo de Gregorio Múgica Elías, que en 1821 figura, junto con Sebastián Fúrlong, como representante de los comerciantes y en 1824 tenía el grado de capitán y era miembro del Tribunal Nacional del Consulado. Don Juan nació en Puebla el año de 1810; dedicóse a la industria y comercio como sus contemporáneos Cosme Fúrlong, Luis Haro y Tamariz, y Juan Tamborrel; se le cita como agente del Banco de Avío de México en 1839. En 1846 adquirió el molino del Carmen con la maquinaria de la fábrica de hilados y tejidos. vivía en la casa núm. 10 de la Calle de Infantes que ya era la casa habitación de su padre en 1824. Su almacén estaba en la casa núm. 5 de la misma cuadra que compró su padre en 1835 y él heredó hacia 1838. En 1852 su "tienda de mantas e hilaza" se hallaba en la Calle de la Santísima.
A principios de 1848, Puebla estaba ocupada por los norteamericanos. El gobernador Lic. José Rafael Isunza, a quien se sospechaba por tener buenas relaciones con el enemigo, primero pidió una licencia, el 23 de marzo, y después presentó probablemente su renuncia. Por eso se nombró, el 14 de abril, para su sucesor a Múgica, quien tomó posesión de su cargo el 1o. de mayo, permaneciendo con el gobierno en Cholula, hasta que, en junio, los invasores evacuaron a Puebla. Desde luego hizo publicar un periódico oficial, titulado El Regulador, cuyo primer número apareció en 5 de mayo de 1848.
También puso en el servicio público sus conocimientos industriales, presidiendo la Junta de Industria. Después de la renuncia del presidente de la República Mariano Arista, el 5 de enero de 1853, el Congreso de México fue disuelto por su sucesor, el Gral. Ceballos, pero los diputados, aunque ya privados de sus facultades y sin influjo alguno, se opusieron, nombrando, el 21 de enero, en una de sus sesiones clandestinas, probablemente a iniciativa del senador poblano Lafragua, presidente interino a Múgica, quien, en esas circunstancias, naturalmente no aceptó, sino que dejó al mismo tiempo, antes del 11 de febrero, el gobierno de Puebla, sucediéndole el Gral. Cosme Fúrlong. Triunfó el partido de Santa Anna, que, el 13 de abril, fue recibido en esta Ciudad, cuando pasó en su camino de Veracruz, a la capital, para encargarse de la dictadura. A Múgica le nombró Santa Anna en seguida miembro del Consejo de Estado de México, el 26 de abril, dándole la presidencia de la Sección de Fomento. Pero al año siguiente (1854), aunque estaba gravemente enfermo, le desterró el dictador, por "desafecto", de la Ciudad de México. Por trastornos sobrevenidos a sus negocios hacia 1855, tuvo que vender el molino del Carmen (1857) y las casas de la Calle de Infantes (1862 y 1869), pero siguió desempeñando cargos públicos; en 1867, por ej., fue presidente del Congreso local. Murió en 1875, siendo diputado al Congreso de la Unión. En 1884 el Congreso local autorizó al gobernador para que mandara construir un sepulcro en el Panteón Municipal, donde se depositaran los restos del Benemérito Juan Múgica y Osorio; decretó también que a Atlixco se le llamara Atlixco de Juan Múgica y Osorio.
Parece que al bautizar las tres calles que rodean los dos lados y la espalda de la Maternidad, querían perpetuar la memoria de personajes que han contribuido esencialmente al desarrollo de la Academia: Dos de sus directores, Julián Ordoñez y José Manso, frente a frente, flanqueando al gobernador Juan Múgica y Osorio. Este último, en 1849, procuró establecer una lotería a beneficio del instituto y trasladar a él el museo que estaba en el Colegio del Estado. Igualmente hizo una excitativa a las comunidades religiosas del Estado para que cedieran algunas pinturas originales o buenas copias de las que tenían en sus conventos, a favor de la Academia.
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