En el edificio que hoy se conoce por el nombre de El Hospicio, antes estaba el Colegio de S. Ildefonso, cuya fundación se debe al obispo Alonso (Ildefonso) de la Mota y Escobar (1608-25). Teniendo el prelado el proyecto de erigir un hospital para los indios, con un departamento especial para la curación del mar venéreo, llamado entonces mal francés (véase C. Puente Motolinía), en 1622 celebró un contrato para la construcción del edificio, al que se concedió una merced de agua en el propio año.
Después variando de pensamiento destinó, en 1625, el instituto, la iglesia que se estaba edificando para el culto de S. Ildefonso, así como sus casas y solares, ubicados junto a la iglesia, para un colegio a cargo de los jesuítas, el que fue el tercero de la Compañía de esta Ciudad, con cátedras de filosofía, teología escolástica y moral. Asignó al colegio como propiedad una hacienda en Atlixco llamada la Alfonsina y en su testamento lególe todos sus muebles, alhajas y esclavos. Fue sepultado en la iglesia, poniéndose al lado del evangelio, a la mano izquierda al entrar, una lápida que rezaba:
ILL(ustrissi) MUS D(octor) ALPHONSUS DE LA MOTA ET ESCOBAR, EPISCOPUS TLAXCALENSIS, FUNDATOR HUTUS INSIGNIS COLLEGIL.
MOTA EST. NAM MORITUR, SED MENS IMMMOTA MANEBIT.
DUM JACET HIC COURPUS, VIVIT ET IPSE DEO.
En castellano: “el Ilustrísimo señor doctor (o: don) Alfonso de la Mota y Escobar, obispo de Tlaxcala, fundador de este insigne colegio. Mota (‘pella de tierra’) es él, pues muere, pero su alma quedará inmota (inmovible). Estando sepultado aquí su cuerpo, él mismo vive para Dios.” (en el primer verso hay un juego de vocablos sobre el apellido Mota; también es de notar la aliteración de la letra ‘m’.)
Los cursos en este colegio se consideraban oficialmente, respecto del examen, por equivalentes a los de la universidad de México.
Expatriados los padres jesuítas en 1767, el obispo victoriano López Gonzalo (1773-86), en 1776, solicitó el ex-colegio de S. Ildefonso para establecer un Hospicio de Pobres, tal como al mismo tiempo (1779) fundábase en México. Ya en 1782 se estaba fabricando, por orden del obispo, la cañería para el nuevo instituto. Concediósele el edificio al principio de manera provisional, y definitivamente en 1784. Pero después desistió de su proyecto, destinando una parte del fondo al Hospital de S. Sebastián de Veracruz (véase C. Sapos). Sin embargo, desde entonces se conoce el edificio con el nombre de Hospicio de Pobres (1782 y 1799). Durante las guerras de la Independencia era cuartel y se arruinó.
En 1825 decretó el Congreso el establecimiento de una Casa de Hospicio, Industria y Corrección en el mismo local, inaugurándose el Hospicio en 1832, el que, en 1836, obtuvo un empréstito del Banco de Avío en México, para establecer un molino de fabricar papel. Pero parece que el instituto siempre tenía que luchar con dificultades económicas.
En 1832 poseía el Hospicio en su manzana, a más de los departamentos de esta cuadra, las tres casas de la Calle de la Estampa, ocho accesorias en la Calle del Rastro y una casa, después la Correccional, en la C. 9 N. 1. Había además en la Calle del Rastro, esquina de la Calle de la Estampa, dos casas que en 1832 eran del hospital de S. Sebastián de Veracruz y una de las cuales había pertenecido a la Mitra (véase C. Estampa). En 1902 todas las citadas 6 casas eran propiedad del Hospicio.
En 1852 parte del edificio, según el plano de Ordoñez (1849) la esquina de esta calle y de la Estampa, sirvió de cuartel para el batallón de libres. El Hospicio para Niños se fundó, escriben, en 1877, pero se trata probablemente de una reorganización, pues ya en 1852 se albergaban aquí no sólo unas 50 ancianas, sino también cerca de 130 niños y niñas huérfanos. En 1879 se instaló aquí también la Escuela Normal para Profesoras, fundada, como el igual instituto para hombres, bajo la dirección del poeta Guillermo Prieto. Esta escuela luego se trasladó, primero a la casa núm. 3 de esta calle, y en 1893 al antiguo Colegio de S. Jerónimo en la Calle del Carolino. En 1880 estuvo en el edificio una exposición. En 1894 se pasó hacia acá la Escuela de Artes y oficios, cediendo su antiguo local en la Calle de Ventanas a la Escuela Normal para Profesores. En el mismo año se hizo la nueva fachada, que lleva la inscripción HOSPICIO.
En 1850 se fundó en Puebla el Tercer Orden de Servitas o Siervos de María , que tuvo su origen en Florencia (Italia) hacia 1232, y se estableció en la ciudad de México a fines del siglo XVIII. En Puebla se les prestó primero la iglesia de S. Marcos, y en 1853 adquirieron como propiedad el templo de S. Ildefonso, que después se llamo S. Ildefonso de los Servitas.
Por la gran distancia que había entre el Colegio de S. Jerónimo y del S. Ildefonso, al que tenía que ir dos veces al día los alumnos del primero para estudiar filosofía y teología, los jesuítas compraron en 1699 4 casas enfrente e S. Ildefonso, pertenecientes al alférez Antonio de Ayala. Con dificultad obtuvieron, en 1701, la licencia para establecer en ellas el Colegio de S. Ignacio, instalándose los primeros estudiantes en 1702. Por el testamento de Francisco de Andrade y Peralta y del padre Nicolás Andrade recibieron un caudal considerable. El vestuario de los colegiales de S. Ignacio era azul con la beca verde. Después de la expulsión de los jesuítas (1767), continuaron manteniéndose de sus rentas, gobernados por un rector. Un alumno célebre de esa institución fue el distinguido historiador veracruzano Francisco Alegre, nacido en 1729. En 1790 se incorporó el colegio al Carolino.
En 1832 pertenecían al Colegio del Estado en esta manzana las casas núm. 1, 3 y 5, entre las 6 que habían en esta cuadra (Av. Reforma 700); las 2 primeras contiguas de la Calle de la Fuente, núm. 1 y 3; y en la Calle de Tecali las núm. 8, 10, 12 y 16. Entonces las casas núm. 1 y 5 servían del cuartel, por ej. para el regimiento de América, y en 1852 para la artillería y el batallón Iturbide. En 1825 se estableció en uno de los edificios el Presidio (penitenciaría). En 1861 el Colegio del Estado vendió dichas dos casas. La Casa del Cuartel, núm. 3 hoy 711, subsiste; hasta 1893 albergó la Escuela Normal de Profesoras. En el sitio del Presidio núm. 5, se levantaron las dos casas núm. 717 y 719.
Para señalar esta calle, se menciona el Colegio de S. Ildefonso en 1703 y 1712. la cuadra se llama Calle de la Parroquia auxiliar del Sr. S. Marcos en 1748. Calle de S. Marcos en 1748, en el padrón de 1832, en 1861 y en el padrón de 1902 (véase C. S. Marcos); Calle del Colegio y Hospicio en el padrón de 1791; Calle del Hospicio en las Ordenanzas de Flon (1796), en 1805, 1807, en los planos de Ordóñez (1849), de la Guía (1852), de Ponce (1856), de Careaga (1856-1883) y en adelante.
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