Calle de los Hornos. Avenida 24 Poniente 500

Los hornos de la cal parecen haberse establecido desde un principio en este barrio, llamado el Real de las Caleras (1742) y luego del Refugio. Ya en 1547 se elogian “las canteras muy buenas… para hacer cal”, que existen cerca de la Ciudad, y a las que más tarde llaman pedreras o pedreras de la cal. Para la construcción de los hornos se utilizaba una clase de xanene, que resiste muy bien al fuego y se halla en abundancia en la falda del vecino cerro de Loreto. Como combustible se usa hasta el día únicamente leña

En los Libros del Cabezón, desde 1612, los hornos de la cal sirven para señalar el extremo Norte de las Calles 5 y 7 N.-Sur. (véase también C. S. Juaniquito.) En el plano 1754 las caleras están limitadas a la manzana situada al Norte de la Av. 22 P. 500, donde están marcadas 3, pero el bosquejo de este barrio parece ser poco exacto. En el plano de 1807 la manzana al Norte de esta Av. 24 P. 500 forma una huerta que contiene en su parte occidental hornos. En cada una de las esquinas Nordeste y Sudeste hay un cuadrito con edificios y en el ángulo Sudoeste del último, lindando, pues, con esta Avenida, está marcado un cuarto horno. En el padrón de 1773 se citan 6 hornos de la cal, probablemente los mismos que, junto con 2 nuevos, se registran hacía 1824 con los siguientes nombres: el Horno de Pérez, hoy de Loreto (véase C. Martinica); 2. el Horno de la Sta. Cruz, junto a la actual calera de la Trinidad, Calle Real de Sta. Ana; 3. El horno en la acera Oriente de la Plazuela del Refugio, hoy de la Providencia y Sta. Lucía; 4. El Horno de Priego, hoy de la Encarnación, en la rinconada al Norte de la Av. 28 P. 300; 5. El Horno de Rosas, hoy de la Sta. Cruz; 6. El Horno de Soto, alias Granados, hoy molino de trigo; 7. El Horno de don Aparicio o de Jazmín, luego de Ramírez; (5.-7. En la Calle de Granados); 8. el Horno de Chávez, hoy de Gastaca, en esta Av. 24 P. 500 falta (¿todavía?) el Horno de León en la Calle de Granados. Según el directorio de la Guía de 1852 había 9 hornos en el mismo barrio: 2 en la Calle de los Hornos (J. Granados). 2 en la Calle 2a. del Refugio (Real Sta. Ana); en la Plazuela de los hornos (Pl. Refugio); el Horno de Ramírez en la Calle de la Rinconada (véase C. J. Granados) y otro en la Calle del Horno de Chávez, esta Av. 24 P. 500; el Horno de la Martinica está omitido por error. (La calera Diego Fúrlong en la Calle del Parrar y otra en la Calle de Espíndola, que se citan también, entonces eras nuevas.)

Parece que esta Av. 24 P. 500 en 1800 todavía no existió, por lo menos "los hornos, casas y huertas" entre la Calle de la Calzada (Av. 22 P. 500) y la Calle (Real) de Sta. Ana. (Av. 28 P. 500) formaban una sola finca. En los padrones de 1832 y 1902 así como en los almanaques de Campos (1885 y 1887), la cuadra se titula Calle del Horno de González. Este horno es probablemente la calera que está en la esquina de la acera Norte de esta cuadra y la C. 7 N. 2600 (3a. Colón), y antes era conocida por el Horno de Chávez y hoy por el de Gastaca. En 1822 era propiedad de José Chávez. 

En 1824 se citan “la plazueleta que sube para el horno de Chávez” y “la callejuela que entra para el mismo horno”. En el padrón de 1832 hay una manzana, núm. 33, que linda con la Calle 2a. de González y Costado del Refugio, y al Oriente con el Callejón de los Hornos, manzana donde está registrada como única finca la de la testamentaría de Marcelo Chávez. En la segunda mitad del siglo XIX, la calera de Chávez pertenecía al ingeniero Ramírez, dueño de la manzana situada al Sur (véase C. J. Granados), y desde su muerte (1888), al español José Gastaca (véase C. Colón), quien, junto con su esposa, fue asesinado en su casa por ladrones hacia 1919.

La cuadra se titula: Calle de Horno de Chávez en el directorio de la Guía de 1852 y en el Registro Público (1905 y 198); Callejón de Chávez en 1913; Calle de los Hornos en los planos de Careaga (1856-1883), el de 1908, el Croquis Azul y en Camarillo; Calle de las Caleras en el plano del Ayuntamiento (1807). 

Frente al Horno de Chávez, en la esquina de la C. 7 N. 2200, los planos de Careaga marcan un edificio que pertenecía a la posesión de Ramírez, pero estaba separado de sus caleras por parte de la huerta. En un tiempo había servido para una locería, en que se fabricaba loza corriente; después lo habitaban peones de los hornos, en parte gente de mala reputación, por lo cual lo bautizaron con el nombre de La Bolsa del Diablo. Como "la casa conocida por la Locería" la citan en el Registro Público (1888), y con la adición de "o de la Bolsa del Diablo" en 1890 y 1916. (Según una tradición oral, había sido un escondrijo de contrabandistas, que allí ocultaban el pulque y otras mercancías que introducían sin pagar los derechos en las garitas.)

La Cuadra se denomina Calle de la Bolsa del Diablo en 1902 y 1925 en el plano de Soto (1915) se lee La Bolsa. En los planos de Márquez (1911) y de Vidaurri, y en Nieto se usan los dos nombres Locería Vieja y Hornos.

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