En 1601 se designa esta cuadra por "la Calle que va del Portal de la Audiencia para la iglesia de los Teatinos". En 1578 una acta del Cabildo Eclesiástico habla de "la Compañía del Santísimo Nombre de Jesús o Teatino"; en México se escribe igualmente en 1601: Colegio de los Teatinos, en lugar de Jesuitas, y también otros documentos de aquella época dan ese nombre a los padres jesuítas, aunque los teatinos, la orden fundada en 1524 por S. Cayetano y el obispo de Teate (véase C. Fuente S. Cayetano), no tienen ninguna relación que se conozca, con la Compañía de Jesús. La cuadra se llama Calle de la Compañía de Jesús en 1734, o simplemente de la Compañía en 1792, 1796 y desde las Ordenanzas de Flon (1796) hasta el plano de Soto (1915) en todos los planos y nomenclaturas.
El nombre de Calle de las Jarcierías, parecido a la Calle de Mecateros en México, se encuentra por primera vez en enero de 1864, y últimamente en el Croquis Azul, Nieto y Camarillo. En el almanaque de Covarrubias (1896) se usan los dos nombres. La palabra jarcia, de origen griego, significa ‘aparejos y cuerdas de un buque’, pero en Puebla se toma jarciería en el sentido de ‘cordelería’. La cuadra lleva su nombre con mucha razón, pues ya en 1835 había en la acera Norte de ella 6 jarcierías, y en la acera Sur, 10. Más tarde encontramos las siguientes proporciones entre las jarcierías de esta calle y las ubicadas en otras partes de la Ciudad; en 1852 14: 1, en 1885 10: 2, en 1896 7: 7, en 1910 6: 3, en 1915 10: 4, en 1925 7: 2. A fines de1930 desapareció la última jarciería de esta calle (casa núm. 220).
Ramos que hoy tienen mucha afinidad con las jarcierías, son sombrererías de palma y petaterías. En 1852 existen 19 sombrererías de palma en la Calle de la Aduana Vieja (Av. 2 Or. 400), 5 en otras calles; en 1887 todas las 7 que se registran, están en esta Calle de la Compañía; las cifras arriba anotadas para los años de 1896-1925 se refieren a “sombrererías de palma y efectos de jarcia”.
Las petaterías preferían la Calle de Infantes (Av. 3 Or. 200). En 1885 había 4 en la calle y una en la adyacente Calle del Ochavo (Sagrario, C. 2 S. 300), en 1896 6 y 2, en 1910 1, y en 1915 2, en la Calle de Infantes. Todos los mencionados artefactos y otros de palma, ixtle, mimbre, otate e izote vienen del distrito de Tepeji y entran en la Ciudad por el Puente de Ovando, por lo cual se explica la distribución de los expendios. Los petates de Tepeji ya se mencionan por villa Sánchez (1746).
En el último decenio del siglo XVIII la casa, después núm. 9 (209), pertenecía a María Josefa de Mendívil, cuyo esposo, Rafael Mangino, fue administrador de las reales alcabalas. La aduana estaba en su casa por los años de 1792-99. En la maqueta, el edificio se distingue por su altura y una cúpula, tal vez la de un oratorio particular, parecida a la que conserva la actual casa del Correo, en la Av. 4 Or. 400 (Raboso). Según la tradición corriente, los canales sobresalientes, en forma de cañones, de la antigua casa de Mangino se consideran como un emblema que antes “solo usaban personajes de la más alta alcurnia o que tuvieran mando” (véase Portal Hidalgo). En 1831 vivía aquí el coronel Joaquín de Haro y Tamariz. Poco antes de 1854, Ignacio Guerrero y Manzano, el mismo que construyó el teatro en el Portal Hidalgo, estableció en el edificio el Hotel Universal. En el plano de Ponce (1856) la casa está marcada como Hotel, entonces la única de este nombre en la Ciudad. Después de la muerte de don Ignacio (1889), el establecimiento perteneció a su hijo Rafael Guerrero Berriel (por 1896-1906). En 1908 se le llamó Hotel Nuevo, y desde 1915 Hotel Arronte, tomando el nombre de su actual arrendatario, el Sr. Manuel Arronte.
El segundo hotel en Puebla, según parece, fué el de S. Carlos, frente a la estación del ferrocarril Mexicano (1869).
Una casa de huéspedes que también hubiera merecido el título de hotel, entonces todavía desconocido, se abrió en 1794 en la Calle del Costado de S. Pedro. Se la describe como “una fonda y posada al uso de Europa, con servicio de mesa redonda, loza inglesa cuartos bien dispuestos con camas decentemente vestidas para las personas de distinción, caballerizas, cocheras, etc., y tocante a viandas con la prevención correspondiente a que cada uno pida lo que quiera”. Trátase probablemente del establecimiento que en 1852 se designa como fonda y en 1891 como Hotel Español y cantina la casa núm. 2 de aquella calle, esquina de la Calle 2a. de Mercaderes.
Hasta en 1852 existían en el centro de la Ciudad, a más de la Casa de Diligencias, sólo 4 mesones, 2 en la Calle de Mesones, los otros 2 en las Calles de Cholula y Portería de la Santísima (P. Díaz).
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