La cuadra, “que va de la puerta principal de S. Agustín a la cerca del convento de Sta. Inés”, se llama Calle del Pitiminí en 1780. Pitiminí es una variedad de rosal de flor menuda. La voz viene del francés pitit menu ‘pequeño menudo’. Parecido es el nombre de la calle adyacente de la Siempreviva, y como éste, referíase primero a una casa (véase C. Palma).
En las ordenanzas de Flon (1796) la cuadra figura por equivocación como “Calle de las Chinitas”. El nombre de Pitiminí lo conservó la calle hasta 1891, cuando se lo sustituyó por el de Calle de Juan Ramírez.
Juan Ramírez nació en México el año de 1838. Militó a las órdenes del coronel Juan N. Méndez en Tetela del Oro, hasta 1860. En el sitio que en 1863 pusieron los franceses a Puebla, se señaló, siendo coronel, junto con Miguel Auza y los generales Felipe B. Berriozábal e Ignacio de la Llave, en los memorables días del 24 y 25 de abril. Los franceses volaron parte de la manzana de la Calle del Pitiminí, en la tarde del 24, defendiéndose los mexicanos entre los escombros y haciendo retroceder al enemigo. En la mañana del 25, el general francés Douay ordenó el asalto contra el convento de Sta. Inés. Los atacadores entraron en el jardín por la brecha que hicieron sus minas, pero tuvieron que retirarse, perdiendo más de 400 hombres entre muertos, heridos y prisioneros. El valiente coronel fué nombrado general de brigada por Miguel Negrete, en agosto de 1863. Estuvo en Teziutlán, cuando fué sorprendido por los imperialistas, pero logró escaparse, al paso que Romero vargas quedó prisionero. Luego fungió de cuartel-maestre de la 2a. División del Ejército de oriente. Después del triunfo de los republicanos, sirvió en muchos y elevados cargos: Fué gobernador de Tabasco y vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia Militar. Murió el 5 de agosto de 1890, en la casa núm. 5 de la Calle de Peñas.
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