Calle del Rancho de Toledo. Calle 55 Sur

En el siglo XVII se hallaba en esta cuadra el obraje o fábrica de paños finos de Sebastián de Acuña, uno de los 6 grandes obrajes que en 1746 estaban arruinados (Villasánchez escribe: Bartolomé de Acuña). Al obraje pertenecían varias huertas. Don Sebastián ya no vivió no vivió en 1695. Veytia refiere lo siguiente: “Duran todavía los vestigios de un obraje de los primeros años, en el sitio que ocupan hoy (1780) las trojes del maestro carrocero Juan de Dios Toledo, en la huerta que hace esquina en la calle derecha de la puerta principal del convento de S. Agustín (C. 5 Sur), donde dicen que hasta 1754 hubo un sótano o subterráneo, en que el dueño, del que asientan que era un portugués de apellido de Acuña, encerraba muchos hombres y muchachos que de noche cogía en las calles por fuerza, haciéndolos trabajar allí sin más estipendio que la comida, y en una prisión perpetua, sin que nadie supiese de ellos, hasta que lo descubrió un sacerdote a quien cogieron y después dejaron libre, el cual hizo la denuncia a la justicia, que sacó de aquel calabozo una multitud de gente que había desaparecido.” Esta tradición tal vez tiene su origen en el hecho de que muchos trabajadores eran reos condenados a prisión (véase C. obraje Lomba). En la misma tradición se funda tal vez la creencia de que la Casa de la obligación (C. Libertad) antes sirvió de casa de corrección en que trabajaban forzosamente hombres y mujeres.  También respecto del obraje de Apresa (C. Puente de Motolinía) contaban que de su “subterráneo paraje sacaron en una ocasión ciertos huesos de cuerpos difuntos que la malicia o ignorancia debió de haber sepultado en aquel sitio”.

El terreno del antiguo obraje de Acuña se convirtió en una huerta que se titulaba del Obraje (1744) o de Acuña (1775) y que en 1744 pertenecía al maestro carrocero Nicolás Toledo, a quien el Libro de Curiosidades del mismo año conoce como “dueño de huertas”. A más de esa huerta del obraje tenía entonces las de la Cruz y del Corralillo. A su muerte forman parte de la posesión también las huertas que abarcaban las manzanas situadas al Sur de las siguientes Avenidas: Av. 9 P. 700  (Cocheras); Av. 11 P. 500 huertas llamada en 1775 de Cerro Gordo y en 1849 de Villarreal; Av. 13 P. 500, huerta del Zapote; y Avdas, 15 y 17 P. 500 huerta de los Arbolitos (1775) o del Arbolito (1849), así como las huertas La Grande, al Poniente de la C. 3 S. 2100, de la Elvira, al Oriente de la C. 3 S. 2100, del Campo y de Santiago, situadas las últimas junto al Obraje. La casa de la posesión estaba en ese tiempo en la Calle de las Cocheras; en esta C. 5 Sur había solamente “un sitio” y “una casita” (1766), titulada “casa” en 1787. 

Don Nicolás murió en 1774 o 1775. Sus bienes pasaron primero a poder de su viuda, pero en 1780 fue el dueño Juan de Dios Toledo, su hijo. Este agrandó el rancho considerablemente, adquiriendo terrenos al Oriente de la C. 3 Sur, probablemente parte de los que en 1713 habían formado los 19 solares o tres huertas de Pedro de Alcántara, donde entonces se sembraba alcacer, cebada verde, que servía de pasto, como un siglo más tarde la alfalfa. Estas huertas, llamadas La Rinconada S. Ángel, estaban entre la Lechería del Carmen (Av. 17 P. 100) y dicha huerta de Elvira. Hacia el Poniente se agregaron las huertas del Pilar o de los Pilares y de Zacamole (zacamolli 'barbecho').

La parte occidental de los terrenos se regaba con el agua del Ojo del Matadero, la parte oriental con la del Ojo de S. Pablo, correspondiendo al rancho 24 horas de agua el jueves. En 1849 el terreno estaba sembrado de alfalfa y magueyes. La casa del rancho se hallaba por 1823-49 en la huerta del zapote, en la esquina de la Calle de los Palos (C. 5 S. 1300) a la Av. 13 P. 500 (velódromo). En 1823 Juan de Dios Toledo vendió el rancho al presbítero José Juan Amador. Este probablemente, por devoción a su santo, lo tituló de San José Toledo, nombre con que se lo designó en una descripción de 1849. En 1872 ya estaba vendida la manzana al Sur de la Calle de las Cocheras (Av. 9 P. 700); las huertas al Sur de la Av. 17 P. 100 vendieron en 1875. En 1878 los linderos del rancho eran: al Norte, la Av. 11 P. 500  (Berriozábal), parte de las Avdas. 17 (Santiago) y (21) Poniente, al Oriente y Poniente las Calles 3 y 11 Sur.

Una nueva casa para el rancho se construyó en la primera parte del siglo XIX. En la maqueta más antigua, los planos de Ordoñez (1849), de Ponce y de Álvarez (1856) la vemos marcada en la acera Oriente de esta C. 5 S. 1900 donde subsiste hasta hoy. En el plano de 1883 está marcada equivocadamente en el interior de la manzana.

Los terrenos del rancho se fraccionaron a partir de 1901. La Sociedad Misionera de la Iglesia Metodista Episcopal adquirió dos manzanas en 1907. El Sr. William Oscar Jenkins estableció hacia 1907 una fábrica de medias frente a la casa del rancho, y ésta, hoy núm.1902, la compró el mismo en 1922. (véase Calles Velódromo y Santiago) el rancho ya no existe. Las cuadras 1700-1900 se denominan Calle de las Huertas de Toledo en los planos de Ordoñez (1899), de la Guía de 1852 y de Ponce (1856); Calle del Rancho de Toledo en los planos de Careaga (1856-1883) y de Soto (1915). Después carecen de nombre. Las mismas denominaciones dábanse a las cuadras 1700-1900 de la C. 3 Sur (Arango), que están a la espalda de la nueva casa de rancho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario