Calle de la Libertad. Avenida 7 Poniente 500

Para designar la ubicación de una casa en la acera Sur de esta calle, se decía a fines del siglo XVII: "frente de la cerca del convento de S. Agustín" (derrotero: Calle de la Concepción, Av. 7 Poniente), pues toda la acera Norte pertenecía al convento. Pero la huerta de los religiosos que menciona Veytia (1780), a mediados del siglo XIX ya estaba limitada a la parte céntrica de la calle, como se ve en la maqueta del Museo y en el plano del Gral. Álvarez (1856). En 1875 el ex-gobernador Francisco Ibarra Ramos adjudicóse la huerta y el jardín que abarcaba parte de la acera Sur de la Calle del 5 de Mayor y donde se hizo el Tívoli del Elíseo (1896) y una casa de campo. María de la Luz Ibarra, hija de don Francisco, vendió el predio en 1895. En el terreno se construyeron, en el prime decenio de este siglo, las casas núm. 4-10 (504-510). Como residuo de la antigua huerta puede considerarse el jardincito delante de la casa núm. 510, y el jardín a espaldas de ella.

La casa núm. 512, antiguamente 4, se llama del Baluarte ya en 1805. Se hicieron en ella lavaderos (1852-1907), como sucedió también en otras casas ubicadas en manzanas de conventos (la Merced: C. Ventanas; Sto. Domingo: C. Cruz de Piedra). Los lavaderos subsisten del techado quedan en pie los pilares y arcos.

Lavaderos de la casa del Baluarte.

Un nombre antiguo de la cuadra fue Calle del Rastro Viejo del Carnero, pues en el siglo XVIII cítanse casas en la Calle del Noviciado de S. Agustín (C. 5 S. 500), “que dan vuelta a la del Rastro Viejo del Carnero” (véanse C. Calavera y Rastro). Este rastro, propiedad de los agustinos y situado en la acera Sur, se suprimió antes de 1599, convirtiéndose su terreno en una hortaliza. En el propio lugar, esquina de la C. 7 S. 700 y frente a la antigua cerca del convento, está la Casa de la Obligación, núm. 21 (513). Obligado se llama a la persona a cuya cuenta corre el abastecer a una población de algún género, es, pues, equivalente de ‘asentista’. “obligados de la vaca y el carnero” cítanse aquí ya en 1586. “para el buen gobierno de la República, dice Bermúdez de Castro en 1746, hay en esta Ciudad un obligado del abasto de carnicerías de carnero y vaca, y obtenía su obligación don Isidro Rodríguez de Madrid, caballero del Orden de Santiago, mercader de platas, vecino de México, asentista general del real asiento y fábrica de naipes de este reino, quien estaba obligado con fianzas durante el tiempo prefinido en su remate a abastecer la Ciudad de dichas carnes, el cual se aprobó y confirmó el año de 1725 en el superior gobierno." "Don Juan Miguel de Chavarría, vecino y encomendero de dicha ciudad de México, en nombre del referido don Isidro Rodríguez estaba obligado a dar un real 32 onzas (2 2/3 libras) de carnero merino por otro (real) 38 (3 1/6 libras) de queretano (de Querétaro), y por otro 6 1/2 libras de vaca." Del obligado habla también Cerón y Zapata en 1715 (véase C. Independencia y Colonia). La casa, donde el obligado tiene su expendio, se llama la Obligación. En la época en que el edificio de esta calle se menciona por primera vez, ya no servía para ese objeto, pues en 1787 y 1793 casa y calle se titulan de la Obligación Vieja. Veytia cree que “la casa conocida hoy (1780) por la casa de la obligación en la calle del mismo nombre” fue el palacio del obispo Ojacastro (1547-57), edificado en el sitio de los 8 solares, que en 1549 había pedido al Ayuntamiento, cerca del Tianguis de S. Hipólito, pues duraba todavía entonces en su fachada sobre la puerta principal el escudo de armas de ese prelado, cinceladas en cantería, aunque muy deteriorado. Heredó las casas su sobrino, el regidor Juan Sarmiento. Sin embargo, en 1563 se escribe que "las casas del señor Obispo que es en gloria, que hoy son de Juan Sarmiento", estaban junto "a un cantillo" de la Plaza Pública. Ríos Arce, a su vez, confirma lo expuesto por Veytia, diciendo: Vivía este señor obispo en la Plaza de S. Agustín, en una casa que hasta hoy mismo (1910) se llama del Obispo; y el agua para esta casa la tomaron del caño de los agustinos.” Pero es de advertir que la casa de la Obligación no está ni estaba en la Plazuela de S. Agustín, cuadra 700, sino en esta cuadra 500 que está separada de la Plazuela por la parte oriental de la cuadra 700. Tampoco se conoce la casa hoy con el nombre “del obispo”, sino con el de la Obligación. 

Parece que la denominación haya inspirado a un literato para inventar una leyenda semejante a las de S. Teófilo y del Dr. fausto, quienes vendieron, por medio de una obligación o escritura, su alma al demonio, a cambio de dignidades eclesiástica el primero y de bienes temporales el segundo. A esta Leyenda de la Obligación alude un grabado en el Gran Cuadro Histórico de Puebla, por Pedro Larrea y Cordero (1886). Los actuales habitantes de la casa hablan de un tesoro enterrado y guardado por un fantasma vestido a la usanza colonial. También afirman, y así es la creencia general, que la Obligación había sido cárcel de mujeres (véase C. Recogidas). Consta que en 1832 la casa era propiedad del Colegio de las vírgenes. 

La cuadra se llama Calle de la Vieja Obligación en 1787, Calle de la Obligación en las Ordenanzas de Flon (1796) y en adelante. Por darse otra interpretación errónea a la voz obligación, se convirtió, en 1889, el nombre en el de Calle de la Libertad, a petición del Lic. Miguel M. Limón, que se obligó a pagar las placas.

No obstante, el mesón núm. 13 (505), en la acera Sur, sigue titulándose de la Obligación. La casa núm. 17 (509) de la misma acera Sur se llama de los Santos Varones, por los frescos que antes había en el interior y que representaban a S. Nicodemus y José de Arimatea, bajando a Jesús de la Cruz y sepultándole. (Un mesón de los Varones existía en la Plazuela de S. Agustín hacia 1852.)

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