Calle del Corazón de Jesús. Calle 9 Norte 1000

 Parece que en el padrón de 1791 corresponde a esta cuadra el nombre de Calle de Sta. Eulalia, el que hace pensar en el de la vecina Calle de Sta. Gertrudis (C.9 N.600), y que, sin duda, se debe a una casa. En las Ordenanzas de Flon (1796) y en 1806, la cuadra se llama Calle del Espejo, pero Calle de Espejo se lee en los planos de Ordóñez (1849), de la Guía de 1852, de Ponce (1856), de Almazán (1863) y de Careaga (1856-1883). En el padrón de 1832 dan el nombre de Calle de Espejo a la acera Sur de la Av. 12 P. 900, titulándose a la acera Norte de la misma cuadra Costado de S. Pablito, y esta C. 9 N. 1000 se designa por Calle de Atenógenes, nombre que se usa en 1885 y que se cita como el antiguo hasta en 1896. El maestro locero Atenógenes Romero, nacido hacia 1772, poseía en 1822 la locería establecida en la casa núm. 2 de la acera Oriente, locería que existió hasta en 1885 y hoy es fábrica de vidrio. En 1824 hizo el padrón de la manzana ubicada al Norte de la Calle de Alfaro. En 1832 tenía, en vez de la citada la locería en Calle Alfaro núm. 17, que ha quedado en poder de su familia. Esta casa se designa aún en 1861 como la “de don Atenógenes”, de lo cual se infiere que el locero era generalmente conocido con su nombre de pila. (San Atenógenes goza de suma veneración en el vecino templo de la Merced.) En la Lista de 1850 la cuadra figura como Calle 2a. de S. Ramón.

A mediados del siglo pasado, un religioso del convento de la Merced, el padre José María Crescencio Huesca, nacido en la casa núm. 13 de la Calle del Solar de Castro, el 19 de Abril de 1816, y bautizado en el Sagrario, concibió la idea de erigir en la acera Poniente de esta cuadra un convento de monjas de su orden y dedicar la iglesia al Sagrado Corazón de Jesús, como la primera de esta advocación en la República (1). 

Padre José María Huesca.

Empezada en la dictadura del Gral. Santa Anna, el 19 de marzo de 1854, continuóse la obra a pesar de los asedios del turbulento año de 1856.
Antes de terminar la guerra de los Tres Años en que la Ciudad estuvo en poder de los conservadores, se estrenó el templo, el 14 de junio de 1860, viniendo las religiosas mercedarias en procesión desde la Merced a su nueva casa. Pero faltando la licencia de la Santa Sede, el instituto quedó beaterio. Algunas semanas después, se puso en la Plazuela del Parral la primera piedra de otra nueva iglesia, dedicada al Sagrado Corazón de María. En el mes de diciembre de ese año, Puebla cayó en poder de los liberales, que triunfaron en toda la República. 

Al ejecutarse el decreto del 5 de febrero de 1861, que redujo el número de los conventos de monjas, las beatas mercedarias y las capuchinas fueron las únicas que quedaron en sus institutos y no tuvieron que admitir otras religiosas. También conservó el beaterio sus campanas, cuando quitaron a la mayor parte de los templos las que se consideraron por superfluas. 

Llegadas las tropas francesas al territorio mexicano a principios de 1862, se levantaron los conservadores. El Gral. Alatriste, sorprendido por una fuerza numerosa de esos en Matamoros Izúcar, cayó prisionero y fue fusilado el 11 de abril, habiéndole negado el destino presenciar el glorioso día 5 de mayo. Sus restos fueron llevados a Puebla y sepultados en el templo del Corazón de Jesús, cerca del cual estaba su casa de campo, la antigua salitrería (véase C. B. Juárez). En la pared oriental de la nave hay una placa que reza: MIGUEL CASTULO DE ALATRISTE. ABRIL 11 DE 1862. 

Triunfantes los liberales, todas las religiosas tuvieron que abandonar sus conventos en diciembre de 1862. Pero el 17 de mayo de 1863, Puebla quedó en poder de los franceses, y una parte de las monjas, entre ellas las de el Corazón de Jesús, volvieron a sus monasterios. 

El padre Huesca aprovechó la época del Imperio (1863 -67) para levantar un nuevo templo frente al de las religiosas mercedarias, en la misma acera Poniente, dedicado como el del Parral al Sagrado Corazón de María. En diciembre de 1866 se estrenó la iglesia, recorriendo una solemnísima pro cesión las calles desde la Catedral hasta el nuevo santuario.

Abandonados de los franceses, los conservadores imperialistas se vieron asediados en Puebla por los liberales bajo el mando del Gral. Porfirio Díaz, quien tomo la Ciudad el 2 de abril de 1867. Cuatro días después, por orden del gobierno, todas las religiosas salieron de sus conventos y se prohibieron las procesiones. Sin embargo, el infatigable fraile logró levantar dentro de un año un tercer templo, la Casa Santa de Loreto, en el barrio de Sta. Ana, celebrando el fundador la primera misa en 1869. Murió a principios del año siguiente y fue sepultado en una capilla de la iglesia del Corazón de Jesús, frente a su antípoda Alatriste. 

En el templo del Corazón de María, las paredes laterales están cubiertas de cuadros, que representan a la Virgen bajo sus múltiples advocaciones, con un letrero al pie de cada uno. Arreglados en 6 tableros, se cuentan más de 300 cuadros. El templo siempre está cerrado al público, con excepción de cada año, cuando le toca el jubileo. Atrás de él están los departamentos del antiguo convento de las mercedarias que hoy sirven de colegio particular para señoritas que tiene su entrada por la Av. 10 P. 900, habiéndose condenado la comunicación con la iglesia del Corazón de Jesús. El Colegio, así como el templo del Corazón de María los tenían hasta 1925 las ursulinas, una congregación fundada en 1537 para la educación gratuíta de las jóvenes y que floreció especialmente en Francia, hasta la Revolución (1790). Hoy el instituto se denomina Academia Angelopolitana para Niñas y Señoritas.

En los planos del siglo XX la cuadra se llama invariablemente Calle del Corazón de Jesús, nombre que aparece ya en 1871.

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