Calle de las Capuchinas. Calle del 16 de Septiembre 900

 La fundación del convento de Señoras Pobres Capuchinas se debe a Ana Francisca de Córdoba y Zúñiga, viuda del Gral. Diego Largachi (o Lagarchi) y Ortiz. Doña Ana había hospedado en su casa, siendo su esposo gobernador de Veracruz, a las primeras capuchinas que llegaron a ese puerto en 1665 para fundar un convento en México, y se había aficionado a ellas. Después de haberse radicado en Puebla y muerto su esposo, quedando sin hijos, destinó su casa para el convento y el templo. La casa con sus huertas antes había pertenecido al canónigo Alonso Fernández de Santiago, que en 1603 recibió una merced de agua para ella. (Fue canónigo desde 1572; murió en 1609.)

La abadesa de las capuchinas en México, se opuso al proyecto, creyendo que las primeras religiosas no pudieran subsistir por falta de caudales. Desde 1693 doña Ana hizo gestiones en la Corte de Madrid para conseguir la autorización, pero obtuvo éxito sólo después de la muerte del arzobispo y de la abadesa en México. En 1698 una real cédula confirmó la posesión del agua, de que disfrutaba la casa. Entretanto se empezaron las construcciones necesarias, pero doña Ana murió antes de llegar la licencia, dejando la mitad de sus considerables bienes (1) para el convento (véase C. Camarín).

Fachada del templo de las Capuchinas.
Fot. D. Juan C. Méndez.

En 1703 llegaron el permiso del rey y las bulas de la Santa Sede, y ya a principios del año siguiente (1704) las primeras 6 monjas, que según la voluntad de la fundadora eran capuchinas de México, tomaron solemnemente posesión de su nuevo convento, cuya casa estaba en esta cuadra, junto a la iglesia. Esta, dedicada a Sta. Ana, para conmemorar el nombre de la fundadora, ya se había estrenado en 1703.

Escudo de la orden franciscana en la portada de las Capuchinas.

En 1711 se trasladaron al templo los restos de los fundadores, colocándose los de don Diego en el presbiterio al lado del evangelio, a la izquierda del entrante, donde se puso su estatua de piedra, encima su escudo de armas, y los de doña Ana en el coro bajo, en el sepulcro de las religiosas. Hoy la estatua
ya no existe.

En la hermosa fachada se ve, arriba de la puerta, el escudo de S. Francisco, dos brazos cruzados, uno con manga y otro sin ella. El primero se considera por el de Cristo, y el segundo por el del santo. Encima de la estatua de Sta. Ana hay otro escudo: una cuerda torcida, formando un círculo, encierra 4 conchas de peregrino y en el centro una con la parte cóncava hacia afuera.

En el costado del tempo, Av. 9 Or. 1, existe una pequeña marquesina de ladrillo, encuadrando una lápida con coronas de corazones la palabra CHARITAS y, en el círculo exterior, la leyenda: “Yo bendeciré todas las casas donde estuviere expuesta y venerada la imagen de mi corazón.” Abajo hay dos losetas de azulejos con las leyendas: “Cor Jesu Charitatis Victimam Venite Adoremus. Elc. In of. Venid y adoremos al Sagrado Corazon de Jesus victima de Caridad. La Iglesia en su oficio. Este cuadro fue colocado en este lugar el día 31 de agosto de 1856 á devoción del P(adr)e Sacristan de este Monasterio Dn. J(os) e M(arí)a Albisuri y de la M(uy) R(everenda) M(adre) Abadesa Sor Ma. Guadalupe Luiza” | “Abiso; Todas las personas que devotamente resaren, delante desta ymagen, del Sagrado Corason de Jesus uncredo, opadrenuestro ganan 40 días, de yndulgensias;” (Albizurri figura como sacristán de las Capuchinas también en la Guía de 1852.)

El convento era muy pequeño. Tampoco poseía otras casas en la manzana, sólo en la Av. 9 Or. 1 estaba la casa del capellán después núm. 1, y en esta cuadra 900 la casa del sacristán, pero además dos casas ajenas.
La cuadra se titula: Calle de las Capuchinas en 1746, en el padrón de 1832 y desde el plano de Ordoñez (1849) en adelante; Calle de la Portería de las Capuchinas en las Ordenanzas de Flon (1796), en 1840, en el Registro Público (1887), etc.; nombre secundario) y en el padrón de 1902; Calle de la Iglesia de las Capuchinas en la Lista de 1850 y la nomenclatura de la Guía.

Estampa de las Capuchinas.

Los capuchinos son una orden derivada de la franciscana, debido a las reformas introducidas hacia 1525 en Italia (Nápoles) para establecer una observancia muy estrecha y rigurosa; usan una capucha singular y puntiaguda. Una señora catalana, viuda de un noble italiano, reorganizó en el mismo sentido la orden franciscana de religiosas de Sta. Clara, agregando a la regla original la abstinencia perpetua de carne. El primer convento de capuchinas se fundó en Nápoles el año de 1538.



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