Toda la manzana al Oriente de esta cuadra antes la ocupaba el convento de Sta. Catarina. “A las espaldas de dicho convento, escribe Cerón Zapata (1714), está pegada a sus padres una pila del remaniente (remanente, derrame) del convento que antiguamente estaba en la esquina misma, donde se ve una concha de cantería, que por estar baja y llegar las bestias a beber, se determinó el ponerla donde hoy está; que se hizo de los bienes de Francisco Carrasco, mercader de vinos, en la misma esquina, tomando de ahí el nombre de Pila de Carrasco”. El Lic. Francisco Javier de Alcalá añade la tradición de que el mercader así lo dispuso en su testamento para compensar al público con este beneficio lo que había usurpado sisando las medidas. Veytia refuta todo este cuento, que hoy todavía es corriente, como leyenda que carece de cualquier fundamento histórico, pues comprueba por un documento del año de 1608, que entonces la casa en cuya pared estaba la pila, era pro- piedad del Lic. Julián de Ribera Sandoval, la que había heredado de su tío Francisco Martel, cuyo padre hizo la pila para beneficiar al público, no teniendo la Ciudad propios para eso. El agua era suya, sólo la sacó provisionalmente afuera de su casa. De todos modos, el nombre de la fuente, que se encuentra ya en el primer Libro de los Censos (1584), queda sin explicar. (Según una variante moderna del referido cuento, el comerciante solía quitar dos cacaos a cada libra, echándolos en un tenate que estaba debajo del mostrador.)
En tiempos de Veytia subsistió la concha de la antigua pila, al haz del suelo, en los que entonces era cerca de la huerta del convento. Por estar en la mera esquina, sirvió la fuente para señalar no sólo la C. 5 N.-Sur, sino también la Av. 2 Or.-Poniente. La nueva pila se puso a bastante altura, dice Veytia, y se ven las gradas en el plano de 1754, tal como las de la fuente Alta. La fuente existió hasta fines del siglo XIX. Cuando los metodistas erigieron su templo en la propia esquina, la substituyeron por una bomba o válvula de hierro, que a su vez desapareció con las mejoras introducidas en el servicio de aguas potables durante la administración del presidente municipal Francisco de Velasco (1907-10).
La mayor parte de la acera Oriente corresponde al Instituto Normal Metodista para Señoritas, instalado en las casas núms. 11 y 13 de la Av. 4 P. 300 (E. Tamariz). Fundóse en junio de 1881 por la Sociedad Protectora de Misiones Extranjeras para Señoras en una casa alquilada de la C. 2 S. 300 (Peñas), con el nombre de Colegio de Niñas. En 1886 se trasladó a la casa entonces núm. 1, después 11 (311), de la Calle de Eduardo Tamariz que, habiéndola ya reedificado, compraron en 1887, adquiriendo la contigua, núm. 13, en 1910, cuando la dejó el Instituto Metodista Mexicano, el de hombres, para trasladarse a la Av. 17 P. 500 (Santiago). En el escalón más alto de la escalera de la casa núm. 11 se lee: “1885” en el patio de la casa núm. 13: “1887”, y en la espalda de la escalera de la casa (núm. 9) que hoy está agregada al instituto: “1873”.
Los protestantes celebraron su culto primero en una casa de la Calle de Muñocés, después en la Capilla de Dolores, que tuvieron que abandonar en 1869 por un motín.
Los primeros miembros de la Sociedad Misionera de la Iglesia Metodista Episcopal, de Nueva York, llegaron a Puebla en 1874, estableciendo el Orfanatorio Cristiano en una casa de la Calle del Estanco de Mujeres.
Desde allí se trasladaron al Callejón de la Reforma, donde se inauguró su primera capilla al año siguiente (1875). En 1883 compraron dos antiguos lotes del ex-convento de Sta. Catalina, el jardín de la casa núm. (13), el que antes había pertenecido al Gral. José María Mendoza, y 8 accesorias en la Av. 2 P. 300 (Portería Sta. Catarina); en 1884 la casa núm. 1 (11) que luego se destinó para el Colegio de Niñas, y en 1886 también la casa núm. 3(13), de manera que poseían toda la acera Oriente de esta cuadra. En la última casa establecieron el Seminario Metodista, para hombres, y en él instalaron también su segundo templo. (Mendizábal escribe que el 4 de mayo de 1879, “los protestantes inauguraron un templo evangélico en Puebla, Calle de la Puerta Falsa de los Gallos”.(¿Fue éste el de los metodistas?). En otra parte del fundo en la Av. 2 P. 300, esquina de esta C. 5 N. 200, luego se levantó la iglesia que se inauguró en 1892. Fue destruido por un incendio el 1o. de abril de 1922, pero se reedificó al año siguiente. Las inscripciones en la esquina rezan: IGLESIA METODISTA EPISCOPAL. PUEBLA 1923.
Ya cuadra conservó su nombre de Calle de la Pila de Carrasco hasta el padrón de 1832. En el plano de la Guía de 1852 y en el de Ponce (1856) se dice simplemente Calle de Carrasco, y en los planos de Ordoñez (1849) y de Careaga (1856-1883) Calle de la Pilita de Carrasco. En el siglo XX la denominación es: Calle de la Fuente de Carrasco.
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