Teniendo el convento de Sta. Inés su portería en la Av. 9 P. 300, estaba en esta cuadra la puerta reglar, por la cual se señalaba la calle en 1702, 1763 y 1792. Parece que éste fue el único monasterio de monjas en Puebla, que tenía su puerta reglar. Aún hoy día ocupa gran parte de la acera Norte la barda alta del ex-convento. También subsiste la antigua puerta. En 1775, en las Ordenanzas de Flon (1796) y en 1821 la cuadra se titula Espaldas de Sta. Inés; en 1821, Calle de la Cerca, igual como la C. 5 S. 900 (Galicia). Entonces la acera Norte carecía de habitaciones. En el plano del Ayuntamiento la llaman Calle de Villarreal.
En 1790 usan por primera vez el nombre que quedó en definitiva: Calle de las Chinitas (en la línea de la Calle de las Espaldas de la Sta. Veracruz o Av. 11 Poniente). En las Ordenanzas de Flon aparece la misma denominación, pero aplicada a la C. 5 S. 700 (Pitiminí). La palabra china significa: niña, muchacha, mujer del pueblo bajo; criada, mujer india; querida, mujer pública; es de origen americano y no tiene ninguna relación con la raza asiática. “La China de México era un tipo especial, que existió hasta mediados del siglo pasado y que pertenecía a la raza mestiza, distinguiéndose generalmente por su aseo, por la belleza de sus formas que realzaba con un traje pintoresco. Después de haber desaparecido de México, las chinas permanecieron algún tiempo en Puebla, y de ahí les vino el nombre de poblanas.”
Cierto es que la china poblana no tiene nada que ver con la princesa china, que vivía en Puebla en el siglo XVII (véase C. Espíritu Santo). Sin embargo, en la época colonial había aquí tres clases de chinos. El comercio con la Filipinas por el puerto de Acapulco, aunque interrumpido varias veces por las guerras, como de 1738 a 1757, traía hacia acá en la nao (navío) china a varios naturales del Asia oriental, por ej. indos, raza a la que pertenecía la dicha princesa, malayos y verdaderos chinos. Un “chino de nación” dice Veytia, pintó la imagen del Sagrario. En la iglesia de la Sta. Veracruz (Concordia), a inmediaciones, pues, de la Calle de las Chinitas, había, según Cerón Zapata (1714), “una capilla de Ntra. Sra. de Guadalupe, que cuidaban en hermandad los chinos, juntándose en las festividades y cuaresmas, unidos todos a la doctrina cristiana, por las calles, donde se les enseñan las oraciones”.
También llamaban chinos a los mercaderes, que se dedicaban al comercio con el Asia. Pero principalmente se designaban con el nombre de chinos una “mezcla de mulatos e indios”. En Analco, Av. 5 de Oriente, se cita en 1712, “los mesones del chino rico”.
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