La línea de las Calles 6 Norte-Sur, entre las Plazuelas de S. Francisco y los Sapos, existía sin interrupción en el siglo XVI. Así, por ejemplo, sabemos que en 1586 un vecino, Juan Ortega, ocupó con sus casas parte de la calle real entre el Colegio de la compañía y la acequia, hasta que el Ayuntamiento lo obligó a dejar libre la calle. Pero en 1591, los padres jesuitas, que en 1578 habían fundado el Colegio del Espíritu Santo, recibieron del Ayuntamiento el permiso de cerrar la calle detrás de su colegio para extender éste, quedando apoyada su solicitud por el virrey, siempre con la condición de dejar libre la acequia para los molinos. Sin embargo, los padres carmelitas y los de S. Roque se quejaron ante la Real Audiencia en México (tribunal equivalente a la Suprema Corte de Justicia de nuestros días) y consiguieron en 1602 que los jesuitas abrieran la calle nuevamente, hasta que en 1729 los tres citados conventos convinieron en que la calle se volviera a cerrar para extender la casa de Ejercicios de la Compañía que se estaba construyendo.
Esta casa la hicieron a instancias del obispo Lardizábal (1723-33), que deseó mucho que se estableciesen en Puebla los ejercicios de S. Ignacio.
Estaba separada del resto del colegio, tenía un patio con su fuerte, abajo las oficinas y en lo alto los aposentos y una capilla. Las obras fueron dirigidas por el hermano lego Juan Gómez (1661-1748), que construyó también la iglesia de la hacienda de Amalucan y el acueducto. Las celdas subsisten; arriba de ellas se levantó el observatorio, que fue inaugurado el 12 de mayo de 1909, el tercer centenario de la invención del anteojo astronómico por Galileo. Al patio llaman hoy el tercero del colegio. La capilla, que estaba dedicada a S. José, es el salón de arriba de la actual biblioteca.
En 1835 la casa sirvió de cuartel de infantería. En el plano de Careaga de 1856 está marcada en el terreno de la calle una plazuela o huerta de forma irregular, que está separada por edificios de la Av. 3 Oriente, pero no de la Av. Ayuntamiento. En parte del sitio se construyó el gimnasio, inaugurado en 1898.
En 1591 la cuadra se designa por “Calle de S. Juan”, penúltima al río”. Como “la Calle que va del Hospital de S. Roque para los molinos” se la menciona a fines del siglo XVII. Cerón Zapata (1714) conoce sólo dos calles cerradas, las de Sto. Domingo y S. Agustín, pero desde el plano de Medina (1754) hasta el de Ponce, de 1856, la calle está cerrada. Su terreno lo designan como el de la Calle del Costado de S. Roque (1802). En 1857, en el gobierno de Alatriste, abrieron la calle, poniéndola el nombre de Alatriste, que se cita ya en el acta del Cabildo del 20 de enero de 1858. Está marcada en los planos de Rivera (1662) y de Careaga (1863-83). Su rótulo se le puso por acuerdo del Cabildo del 21 de febrero de 1862. En el plano de Almazán (1863) lleva el nombre de Alatriste. Después de los tres Portales, es esta la primera calle que recibió un nombre honorífico.
Miguel Cástulo de Alatriste nació en esta Ciudad el 26 de marzo de 1820, hijo de José Joaquín de Alatriste y Francisca Castro, y se bautizó en el Sagrario el mismo día. Aprendió primero el oficio de su padre que era sastre. Por 1837-40 estudió jurisprudencia en el Colegio del Estado, luego de graduó de bachiller en sagrados cánones en la universidad de México. El 9 de marzo de 1844 se recibió de abogado. En 1846 se casó con Josefa Conrada Cuesta. En el propio año le confirieron la cátedra de derecho canónico en el Colegio de S. Juan de Letrán en México. A lo menos de 1848 a 1852 fue abogado de pobres cerca de los tribunales superiores del Estado, en 1848 y 1849 síndico del Ayuntamiento. En 1852 vivía en la casa núm. 1 de la Calle de las Capuchinas. En 1853 se le eligió alcalde segundo del Ayuntamiento, pero el mismo año fue desterrado por el gobierno de Santa Anna, dos veces, a Córdoba y a Medellín (Veracruz) A la caída de Santa Anna le nombraron primer alcalde de la Ciudad, septiembre de 1855, y en enero de 1857, prefecto del Departamento de Puebla. También se distinguió como militar. En 1846 fue capitán en el regimiento Hidalgo, guardia nacional del Distrito Federal, y en 1847 peleó contra los invasores norteamericanos. El 1º. de octubre de 1849 se le confirió el mismo grado de capitán en el batallón de Iturbide , guardia nacional de Puebla, y en septiembre de de 1857 el de coronel de infantería permanente. El 9 de enero de 1855 se le concedió la cruz de honor, por haber combatido contra las tropas de los Estados Unidos en 1847, en varios puntos de la capital de México.
Prohombre del partido liberal, el Lic. Alatriste fue electo gobernador del Estado en junio (15) de 1857, bajo el gobierno de Comonfort. Entonces reinaba gran excitación de los ánimos por la intervención de los bienes del clero y el destierro del obispo Labastida (1856). Alatriste desterró también al gobernador de la Mitra, representante del obispo ausente. El 10 de noviembre de 1857 estalló una conspiración de los conservadores en la Ciudad, pero fue sofocada. En la misma noche se fusiló a varios de los aprehendidos, por orden del Congreso y contra la opinión del gobernador. Este tuvo que abandonar su capital por el pronunciamiento del comandante general Miguel María Echegaray, que asumió el gobierno de la plaza el 18 de diciembre de 1857.
Durante la siguiente guerra de los Tres Años Alatriste luchó victoriosamente en Veracruz y en el Norte del Estado de Puebla. El 20 de agosto de 1859 tomó a Zacapoaxtla, en unió del diputado Juan N Méndez. Pero el segundo desconoció en seguida al gobernador y le dificultó todas las operaciones contra los conservadores, obligándole por un tiempo a retirarse a Tlaxcala. Habiendo decidido la batalla de Calpulalpam (23 de diciembre de 1860) el triunfo de los liberales, Alatriste entró en Puebla, donde desde el 1º. de enero de 1861 fungió del gobernador el general liberalista José María Ortega, el que aquel día promulgó aquí las leyes de Reforma. Alatriste se encargó del gobierno antes del 14 del mismo mes. En 13 de febrero fue ascendido al grado de general, y en 9 de marzo se le extendió un diploma por sus servicios como gobernador del Estado en los años de 1858-60, “combatiendo la facción adversaria”.
El resto del período de su gobierno tampoco fue tranquilo. La exclaustración de las religiosas de varios conventos exasperó los ánimos de la población (febrero 26). El 15 de abril Juan N. Méndez y otros diputados acusaron al gobernador por su conducta contra ellos en la pasada guerra. Hízose, entonces, una transacción. A fines de agosto el gobernador tuvo que salir contra los conservadores que habían sorprendido a Tecali. En su ausencia el 1º. de septiembre, las tropas enemigas penetraron en la Ciudad, pero salieron en la noche. El Congreso Local se enfureció contra el gobernador, atribuyéndole el abandono de la Capital. Alatriste renunció el 3 del propio mes de septiembre, confiándose el gobierno a Francisco Ibarra Ramos, como gobernador interino, el día 5.
Cuando las fuerzas de Francia, Inglaterra y España invadieron el territorio mexicano, se declaró a Puebla en estado de sitio y en enero de 1862 el Gral. González Mendoza fue nombrado gobernador y comandante militar del Estado, y por segundo jefe, el Gral. Alatriste. Este, obedeciendo estrictas y terminantes órdenes, se opuso, cerca de Matamoros, a las tropas del conservador Cobos que avanzaban desde el Estado de Guerrero. Al poner sitio al dicho pueblo, Alatriste le atacó a su vez el 10 de abril de 1862. En la altura llamada del Calvario se defendió, durante seis horas, con 500 hombres contra los 3000 de los adversarios, esperando los refuerzos prometidos. Por fin, fue herido y quedó prisionero. Al día siguiente, el 11 de abril, le fusilaron. Recibió los tiros diciendo: “Tiren con valor, que muero por mi patria”. Sus restos fueron traidos a Puebla y sepultados en la iglesia del Corazón de Jesús, que acababa de edificarse no lejos del predio que el general había adquirido en la C. 11 N. 1200 (B. Juárez).
A sus seis hijos varones les dio los nombres de los demás seis arcángeles: Gabriel, Rafael, Uriel, Sealtiel, Jehudiel y Baraquiel. Una de las hijas del general, Carmen, fue la madre de Aquiles Serdán.
Esta casa la hicieron a instancias del obispo Lardizábal (1723-33), que deseó mucho que se estableciesen en Puebla los ejercicios de S. Ignacio.
Estaba separada del resto del colegio, tenía un patio con su fuerte, abajo las oficinas y en lo alto los aposentos y una capilla. Las obras fueron dirigidas por el hermano lego Juan Gómez (1661-1748), que construyó también la iglesia de la hacienda de Amalucan y el acueducto. Las celdas subsisten; arriba de ellas se levantó el observatorio, que fue inaugurado el 12 de mayo de 1909, el tercer centenario de la invención del anteojo astronómico por Galileo. Al patio llaman hoy el tercero del colegio. La capilla, que estaba dedicada a S. José, es el salón de arriba de la actual biblioteca.
En 1835 la casa sirvió de cuartel de infantería. En el plano de Careaga de 1856 está marcada en el terreno de la calle una plazuela o huerta de forma irregular, que está separada por edificios de la Av. 3 Oriente, pero no de la Av. Ayuntamiento. En parte del sitio se construyó el gimnasio, inaugurado en 1898.
En 1591 la cuadra se designa por “Calle de S. Juan”, penúltima al río”. Como “la Calle que va del Hospital de S. Roque para los molinos” se la menciona a fines del siglo XVII. Cerón Zapata (1714) conoce sólo dos calles cerradas, las de Sto. Domingo y S. Agustín, pero desde el plano de Medina (1754) hasta el de Ponce, de 1856, la calle está cerrada. Su terreno lo designan como el de la Calle del Costado de S. Roque (1802). En 1857, en el gobierno de Alatriste, abrieron la calle, poniéndola el nombre de Alatriste, que se cita ya en el acta del Cabildo del 20 de enero de 1858. Está marcada en los planos de Rivera (1662) y de Careaga (1863-83). Su rótulo se le puso por acuerdo del Cabildo del 21 de febrero de 1862. En el plano de Almazán (1863) lleva el nombre de Alatriste. Después de los tres Portales, es esta la primera calle que recibió un nombre honorífico.
Miguel Cástulo de Alatriste nació en esta Ciudad el 26 de marzo de 1820, hijo de José Joaquín de Alatriste y Francisca Castro, y se bautizó en el Sagrario el mismo día. Aprendió primero el oficio de su padre que era sastre. Por 1837-40 estudió jurisprudencia en el Colegio del Estado, luego de graduó de bachiller en sagrados cánones en la universidad de México. El 9 de marzo de 1844 se recibió de abogado. En 1846 se casó con Josefa Conrada Cuesta. En el propio año le confirieron la cátedra de derecho canónico en el Colegio de S. Juan de Letrán en México. A lo menos de 1848 a 1852 fue abogado de pobres cerca de los tribunales superiores del Estado, en 1848 y 1849 síndico del Ayuntamiento. En 1852 vivía en la casa núm. 1 de la Calle de las Capuchinas. En 1853 se le eligió alcalde segundo del Ayuntamiento, pero el mismo año fue desterrado por el gobierno de Santa Anna, dos veces, a Córdoba y a Medellín (Veracruz) A la caída de Santa Anna le nombraron primer alcalde de la Ciudad, septiembre de 1855, y en enero de 1857, prefecto del Departamento de Puebla. También se distinguió como militar. En 1846 fue capitán en el regimiento Hidalgo, guardia nacional del Distrito Federal, y en 1847 peleó contra los invasores norteamericanos. El 1º. de octubre de 1849 se le confirió el mismo grado de capitán en el batallón de Iturbide , guardia nacional de Puebla, y en septiembre de de 1857 el de coronel de infantería permanente. El 9 de enero de 1855 se le concedió la cruz de honor, por haber combatido contra las tropas de los Estados Unidos en 1847, en varios puntos de la capital de México.
Prohombre del partido liberal, el Lic. Alatriste fue electo gobernador del Estado en junio (15) de 1857, bajo el gobierno de Comonfort. Entonces reinaba gran excitación de los ánimos por la intervención de los bienes del clero y el destierro del obispo Labastida (1856). Alatriste desterró también al gobernador de la Mitra, representante del obispo ausente. El 10 de noviembre de 1857 estalló una conspiración de los conservadores en la Ciudad, pero fue sofocada. En la misma noche se fusiló a varios de los aprehendidos, por orden del Congreso y contra la opinión del gobernador. Este tuvo que abandonar su capital por el pronunciamiento del comandante general Miguel María Echegaray, que asumió el gobierno de la plaza el 18 de diciembre de 1857.
Durante la siguiente guerra de los Tres Años Alatriste luchó victoriosamente en Veracruz y en el Norte del Estado de Puebla. El 20 de agosto de 1859 tomó a Zacapoaxtla, en unió del diputado Juan N Méndez. Pero el segundo desconoció en seguida al gobernador y le dificultó todas las operaciones contra los conservadores, obligándole por un tiempo a retirarse a Tlaxcala. Habiendo decidido la batalla de Calpulalpam (23 de diciembre de 1860) el triunfo de los liberales, Alatriste entró en Puebla, donde desde el 1º. de enero de 1861 fungió del gobernador el general liberalista José María Ortega, el que aquel día promulgó aquí las leyes de Reforma. Alatriste se encargó del gobierno antes del 14 del mismo mes. En 13 de febrero fue ascendido al grado de general, y en 9 de marzo se le extendió un diploma por sus servicios como gobernador del Estado en los años de 1858-60, “combatiendo la facción adversaria”.
El resto del período de su gobierno tampoco fue tranquilo. La exclaustración de las religiosas de varios conventos exasperó los ánimos de la población (febrero 26). El 15 de abril Juan N. Méndez y otros diputados acusaron al gobernador por su conducta contra ellos en la pasada guerra. Hízose, entonces, una transacción. A fines de agosto el gobernador tuvo que salir contra los conservadores que habían sorprendido a Tecali. En su ausencia el 1º. de septiembre, las tropas enemigas penetraron en la Ciudad, pero salieron en la noche. El Congreso Local se enfureció contra el gobernador, atribuyéndole el abandono de la Capital. Alatriste renunció el 3 del propio mes de septiembre, confiándose el gobierno a Francisco Ibarra Ramos, como gobernador interino, el día 5.
Cuando las fuerzas de Francia, Inglaterra y España invadieron el territorio mexicano, se declaró a Puebla en estado de sitio y en enero de 1862 el Gral. González Mendoza fue nombrado gobernador y comandante militar del Estado, y por segundo jefe, el Gral. Alatriste. Este, obedeciendo estrictas y terminantes órdenes, se opuso, cerca de Matamoros, a las tropas del conservador Cobos que avanzaban desde el Estado de Guerrero. Al poner sitio al dicho pueblo, Alatriste le atacó a su vez el 10 de abril de 1862. En la altura llamada del Calvario se defendió, durante seis horas, con 500 hombres contra los 3000 de los adversarios, esperando los refuerzos prometidos. Por fin, fue herido y quedó prisionero. Al día siguiente, el 11 de abril, le fusilaron. Recibió los tiros diciendo: “Tiren con valor, que muero por mi patria”. Sus restos fueron traidos a Puebla y sepultados en la iglesia del Corazón de Jesús, que acababa de edificarse no lejos del predio que el general había adquirido en la C. 11 N. 1200 (B. Juárez).
A sus seis hijos varones les dio los nombres de los demás seis arcángeles: Gabriel, Rafael, Uriel, Sealtiel, Jehudiel y Baraquiel. Una de las hijas del general, Carmen, fue la madre de Aquiles Serdán.
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